La soja, en el tire y afloje entre Chicago y Rosario: ¿hasta cuándo dura el efecto retenciones cero?
Un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba analiza la evolución que tuvo el precio de la soja en las últimas semanas y qué se puede esperar a corto y mediano plazo, en función de las condiciones de mercado locales e internacionales.
En los últimos días, la soja pasó los U$S 400 dólares por tonelada en el mercado de Chicago, alcanzando el valor más alto en 16 meses, producto de un combo de factores en el que talla como aspecto principal el retorno de las compras chinas en el mercado estadounidense.
Pero ese efecto a nivel local ha sido acotado: sucede que la oleaginosa en Rosario ya viene cotizando por encima de su nivel “teórico”, como consecuencia de lo que fue la política de “retenciones cero” de finales de septiembre y que derivó que el sector agroexportador provocara una lluvia de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) que ahora necesita respaldar con la mercadería física correspondiente.
En ese marco, la Bolsa de Cereales de Córdoba publicó un informe en el que analiza esta particular evolución del mercado en las últimas semanas y proyecta qué puede suceder a corto y mediano plazo.
LA SOJA POST RETENCIONES CERO
“La eliminación temporal en los derechos de exportación afectó el mercado de granos, principalmente de la soja, cambiando la dinámica comercial y los precios. Por un lado, se observaron récords de ventas, fijaciones semanales y declaraciones juradas de ventas al exterior. Por el otro, la oleaginosa aumentó su poder de compra tanto en pesos como en dólares”, resume la entidad porteña.
Y agrega: “De cara a lo que resta del año, la demanda interna podría actuar como soporte a la cotización local, mientras que, el mercado internacional sería el principal aportante de volatilidad en vísperas de un posible periodo de estabilidad cambiaria”.
En concreto, el reporte señala que a la fecha se llevan comercializadas alrededor de 38,4 millones de toneladas de soja correspondientes a la campaña 2024/25, lo cual representaría el 75% de la producción estimada a nivel nacional (51,1 millones de acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación).
Este porcentaje es mayor a lo normal: en comparación a periodos anteriores, el ritmo de comercialización actual se posiciona 11 puntos porcentuales por encima del observado durante el ciclo comercial previo (64%) y seis puntos porcentuales por encima del promedio de las últimas cinco campañas (69%).
Cronológicamente, como suele ser habitual en la oleaginosa, durante los primeros tres meses del ciclo comercial (abril, mayo y junio) se observaron los mayores volúmenes de ventas semanales. A su vez, la rebaja temporal hasta julio de la alícuota de derechos de exportación (DEX) produjo un mayor nivel de fijaciones en comparación a ciclos anteriores.
En tanto, durante la semana en donde se eliminaron temporalmente los DEX, tanto las ventas semanales como las fijaciones alcanzaron valores récords.
¿Qué queda de todo esto? “Alrededor de 35,1 millones de toneladas correspondientes a la campaña 2024/25 se encuentran con precio, representando el 91% del total comercializado (38,4 Mill Tn). Lo cual, dejaría un remanente de 16 millones de toneladas sin precio, poco más del 30% de la producción total (51,1 Mill Tn)”, contesta el informe.
LAS EXPORTACIONES DE SOJA
Por otra parte, el documento detalla que, considerando los embarques de poroto, aceite y harina de soja, se encuentran aprobadas DJVE por 41,7 millones de toneladas. No obstante, los embarques de poroto estarían cubiertos (incluso se exportaría un volumen superior a los 12,3 millones previsto por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca) y quedarían por exportar 1,6 millones de toneladas de aceite y 5,9 millones de toneladas de harina para alcanzar los valores estimados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
“Estos volúmenes significarían una demanda potencial de 8 millones de toneladas de soja, las cuales se encontrarían disponibles en el mercado considerando los 12,7 millones de toneladas pendientes a comercializar más el remanente de la campaña 2023/24”, menciona la Bolsa cordobesa.
En junio, los exportadores, anticipándose a la finalización de la rebaja temporal en las alícuotas de DEX, registraron DJVE por 13,6 millones de toneladas (considerando poroto, harina y aceite) y en aquel entonces se consideró un récord histórico.
No obstante, la medida sorpresiva de eliminar temporalmente los derechos de exportación generó que en septiembre el complejo sojero declare ventas al exterior por casi 16 millones de toneladas, un récord absoluto.
La consecuencia inevitable es que en octubre han sido muy bajos los volúmenes de exportaciones declaradas, quedando por debajo de las 500.000 toneladas.
LOS PRECIOS DE LA SOJA
En cuanto a los precios en el mercado local, en octubre la cotización en Rosario promedió los $ 480.000 la tonelada, exhibiendo una suba intermensual del 11%. Además, desde que se anunció la eliminación temporal de DEX y su finalización, el precio de la oleaginosa en dólares ha subido en promedio un 14%.
Esto va en una dirección diferente al tipo de cambio, que exhibió una caída promedio del 5%, y el precio internacional en Chicago una suba del 4%.
Así, “a pesar de haber concluido la medida impulsada por el Gobierno Nacional, la necesidad por parte de la industria de adquirir la materia prima para poder cumplir con los embarques pactados ha sido el principal impulsor de los precios en el mercado local”, explica la entidad mediterránea.
El cálculo es que la tonelada de soja se viene pagando en promedio $50.000 la tonelada por encima de su valor teórico, lo cual indica que en la práctica el mercado está descontando un derecho de exportación de aproximadamente un 17%.
En este escenario, los precios locales medidos en dólares representaron en promedio el 80% de la cotización de la oleaginosa en Chicago, lo cual implica una suba de 10 puntos porcentuales respecto a lo que se pagaba la tonelada antes de la eliminación temporal de los DEX.
Bajo este panorama, de cara a los próximos meses y en el inicio de la siembra del ciclo 2025/26, los precios en el mercado local parecen tener un buen soporte gracias a la demanda por parte de la industria y el sector exportador. No obstante, si bien existe la necesidad de comprar soja, los volúmenes no son muy elevados y aún queda un mayor volumen de mercadería por vender.
“Por lo cual, es poco probable que los precios locales muestren subas generalizadas como consecuencia de este factor”, sintetiza el informe.
En cuanto al tipo de cambio, para diciembre el dólar mayorista debería alcanzar un promedio de $1.520 según la regla establecida por el régimen de bandas cambiarias. Lo cual, se encuentra en línea a lo que se están operando los contratos en el mercado de futuros. Mientras que, a partir del 2026, se comenzaría a observar un leve spread entre el tipo de cambio oficial mayorista y lo que espera el mercado, sin embargo, esta diferencia no superaría el 5%.
“Además, si a partir del 10 de diciembre el Gobierno Nacional puede avanzar en reformas claves y los fundamentos macroeconómicos continúan sólidos, sería probable entrar en un periodo prolongado de estabilidad cambiaria. Por lo cual, no sería probable esperar grandes fluctuaciones de los precios locales vía aumento del tipo de cambio”, añade la Bolsa cordobesa.
ESTADOS UNIDOS, LA CLAVE
En conclusión, en los próximos meses el mayor impacto en el precio local de la soja podría venir por subas en el precio internacional, teniendo presente que se encuentra en desarrollo la cosecha en Estados Unidos y que los datos del USDA previo al cierre del gobierno norteamericano exhibían una situación ajustada en cuanto a los stocks.
De esta manera, la gran incógnita es si los rendimientos obtenidos son similares a los estimados, o habría algún tipo de corrección que torne en una situación aún más delicada a las existencias finales de soja estadounidense.
Además, el acuerdo entre Estados Unidos y China, donde este último se compromete a comprar al menos 12 millones de toneladas de soja estadounidense en los próximos dos meses, influyó positivamente en la cotización de Chicago.
“No obstante, debe observarse con cautela qué parte de estas potenciales subas se podrían materializar en Sudamérica, ya que las compras chinas se centrarían en Estados Unidos luego de haber adquirido grandes volúmenes a Brasil y Argentina”, cierra el reporte.
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