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El “delirio” de la tasa al metano de Lucía Klug: una respuesta con datos y base científica

Fuente: Infocampo 02/12/2025 11:54:10 hs

Un doctor en Ciencias Agrarias argumentó de manera detallada por qué no tiene asidero el proyecto de ley de la diputada K. Entre otras cosas, mencionó el insignificante peso que tiene el rodeo ganadero bonaerense en la temperatura global.

“Apasionado del pasto, las vacas y los sistemas agropecuarios sustentables”, es la manera en que se define en la red social X José Jáuregui, un doctorado en Ciencias Agrarias con mucho conocimiento sobre temas ambientales vinculados al campo y que constantemente busca hacer docencia al respecto.

Y es precisamente lo que hizo en las últimas horas, luego de que explotara la polémica por el insólito proyecto de la diputada bonaerense por Unión por la Patria, Lucía Klug, para inventar una “Tasa Ambiental al Metano de Buenos Aires” (TAMBA), que constituiría básicamente un nuevo impuesto a la producción ganadera.

Jáuregui no pudo evitar opinar al respecto y le contestó a Klug con un extenso hilo en el que abordó datos científicos que argumentan por qué esta propuesta normativa no tiene asidero alguno, es impracticable y tiene claramente fines más recaudatorios que de conciencia ambiental.

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EL “DELIRIO” DE LA TASA AL METANO DE LUCÍA KLUG

“Hablemos dos minutos del delirio de cobrar una ‘tasa por emisión de metano’ que promueve la señora Klug (legisladora de UxP-Grabois)”, arranca el posteo de Jáuregui, que acto seguido aporta el primer dato relevante: el stock bovino de Buenos Aires, que se sitúan en unas 19,4 millones de cabezas, si bien es el más grande de Argentina, representa apenas el 1,25% del rodeo mundial.


Y en base a un cálculo matemático sobre cómo se calculan las emisiones de metano de la ganadería, Jáuregui añade que el rodeo bonaerense aporta apenas 0,0007 °C al incremento de temperatura global.

“Sí, leíste bien: 7 décimas de milésima de grado. Aplausos por la ambición climática”, menciona, con evidente ironía, el experto.

Y en ese mismo tono, añade: “Como explico hace años, el CH4 bovino es mayormente parte de un ciclo biogénico corto. En 10-12 años se oxida, se transforma en CO2 y vuelve al pasto. No es lo mismo que quemar petróleo. Pero bueno, detalles técnicos. No se pudió leer un paper”.


Además, Jáuregui cuestiona también una consideración técnica que se incluye en el proyecto de ley de Klug: dice “CO2 equivalente”, pero no aclara si usa GWP100 (x28), GWP20 (x84) o GWP* (el único que refleja flujo real).

Esto implica, desde su punto de vista, “semáforo verde para cualquier discrecionalidad”.

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Por otro lado, también apunta que el texto de la ley parece dejar claro que cobrará según “cantidad y tipo de ganado”.

“¿Eso supone que el tipo que hace las cosas bien y es carbono neutro o negativo, pagará exactamente lo mismo que el que tiene 50 vacas en un potrero pelado? Vriyante pibis”, vuelve a ironizar.


Jáuregui también hace hincapié en el claro fin recaudatorio que tiene la propuesta: el dinero que se aportaría por esta tasa se usaría en un fondo para mejorar la gestión de los residuos sólidos urbanos.

“O sea: te sacan plata por la vaca y la usan para tapar basurales. Ni un artículo habla de financiar medidas que propicien la reducción de emisiones como mejoras en el manejo y producción del pasto”, lamenta.


Como corolario, repasa que en Nueva Zelanda ya se intentó en 2022 una iniciativa similar, que apenas dos años después tuvieron que eliminar.


Y también compara con las emisiones de metano que producen de manera natural los humedales: “¿Vamos a poner una ‘tasa a la naturaleza’? ¡Claro que no! (nadie la va a pagar). Mejor cobrarle al tipo que pone comida en la mesa”, insiste en cuestionar.

Y cierra, con el último mensaje a Klug: “Como siempre, proyectos con fines meramente recaudatorios, sin sustento científico y con dudosos destinos de los fondos. Curiosas las prioridades de la legisladora en una provincia donde el 38% de su población bebe agua con niveles tóxicos de Arsénico”.

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