Más de 370 ensayos en 62 localidades: ¿cuáles fueron las sojas que más rindieron en la campaña 2024/25?
Con rindes promedio superiores a los 4.200 kilos por hectárea en la zona núcleo, la Red de Evaluación de Cultivares de Soja (RECSO), integrada por el INTA y la Asociación de Semilleros Argentinos, presentó los resultados de la última cosecha.
En tiempos en los que el rol del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) es cuestionado, uno de los puntos a destacar del organismo es la importancia que tiene a la hora de realizar ensayos que muestran cuáles son las variedades de soja con mejor rendimiento para sembrar en el país.
Esto es a través de la Red de Evaluación de Cultivares de Soja (Recso), un tradicional estudio que se viene realizando hace años en todo el país, liderado por el INTA Marcos Juárez, y que muestra para cada zona los resultados de qué variedades arrojaron los quintales por hectárea más altos.
En el caso de la campaña 2024/25, se evaluaron materiales comerciales de soja en 62 localidades del país.
“Con más de cuatro décadas de trayectoria, la RECSO se consolidó como la principal red de ensayos de soja de América, donde en cada campaña se evalúa casi la totalidad de los cultivares comerciales del mercado argentino”, repasaron desde el INTA.
LA RED DE ENSAYOS EN SOJA 2024/25
También resaltaron que “los datos de la red son una herramienta importante para la toma de decisiones de productores y asesores, debido a que aportan información confiable sobre el comportamiento de cultivares en diferentes ambientes y condiciones de manejo”.
En concreto, Cristian Vissani, coordinador nacional de la RECSO, detalló que en el último ciclo participaron 14 empresas, con 123 cultivares, de los cuales un 30% corresponde a variedades nuevas.
Y agregó que “los resultados difundidos corresponden a la zona pampeana”, mientras que este martes se presentaron también los resultados de la RECSO de la región Norte, durante una reunión que en la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Santiago del Estero.
El trabajo de la red abarcó una amplia diversidad ambiental, con localidades que van desde Las Lajitas, Salta, hasta Viedma, en el Valle Inferior del Río Negro y desde San Luis a Entre Ríos.
“En estas 62 localidades obtuvimos información de 81 ambientes, porque en algunas localidades como, por ejemplo, Pergamino, Marcos Juárez, Manfredi, Oliveros y Paraná, se hace más de una fecha de siembra”, señaló Vissani.
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En total se presentó información sobre 370 ensayos comparativos de rendimiento con más de 16.000 datos parcelarios, dado que cada variedad en el ensayo cuenta con tres repeticiones, para robustecer la información.
Sobre la calidad de los datos obtenidos, Vissani detalló: “De los 370 ensayos comparativos de rendimiento, hubo más de 87,5 % admitidos y solo el 12 rechazados. O sea, casi un 88 % de los ensayos son de buena calidad”.
Las evaluaciones se descartan cuando no cumplen con parámetros estadísticos establecidos, como coeficientes de variación y desvíos, tras una revisión realizada por el comité técnico de la red.
LAS VARIEDADES TOP DE SOJA
En este marco, los resultados de la red RECSO en la campaña 2024/25 reflejaron un desempeño destacado de los cultivares de soja en diversas regiones productivas del país.
En general, la campaña se ubicó entre buena y muy buena, con rendimientos promedio cercanos a los 4000 kilogramos por hectárea en la zona de Entre Ríos, mientras que en la zona núcleo —que abarca el sudeste de Córdoba, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires— los rendimientos superaron los 4200 kilogramos por hectárea.
En el análisis por grupos de madurez en la zona núcleo, los datos de la RECSO mostraron desempeños consistentes en distintas campañas y ambientes evaluados.
En el grupo III corto, se destacó la variedad BRV3324SE, de Brevant, un material lanzado en esta campaña, que se posicionó en el primer lugar con información relevada en 20 ambientes. Al analizar las últimas tres campañas en esta subregión, con datos de 51 ambientes, las variedades DM 33E22 SE y STINE 33EA52 STS se mantuvieron con rendimientos altos y estables.
En el grupo III largo, tres variedades lanzadas recientemente -Nidera 3925 E, DM 38E26 SE y STINE 38EF52 STS- ocuparon los primeros puestos en los ensayos realizados en la zona núcleo.
Los grupos IV largos y V también presentaron materiales con desempeños sobresalientes. En el grupo IV largo, la variedad IS 48.2 E3 se mantuvo en los primeros puestos por tercer año consecutivo, con estabilidad en distintos ambientes. A su vez, las variedades NORD4824SE, DM 46E25SE y NEO 46S25 SE, todas de reciente lanzamiento, se destacaron en una amplia cantidad de ambientes de la región.
En el grupo V largo, la variedad CZ 59B24 SE mostró un rendimiento destacado en varias subregiones, consolidándose como una referencia dentro de este grupo de madurez.
SOJA: INTERACCIÓN GENOTIPO Y AMBIENTE
En este contexto, de la RECSO surge que “el grupo de madurez más utilizado a nivel nacional sigue siendo el IV largo, con ciclos de emergencia a madurez fisiológica que oscilan entre 115 y 120 días, y es allí donde apuntan mayormente los semilleros”, señaló Juan Martín Enrico, investigador del INTA Oliveros.
Sin embargo, en los últimos años se observó una renovada paleta de cultivares en los grupos IV corto y V corto, presentando materiales con altísimo potencial de rendimiento. Contrariamente, la oferta de cultivares dentro del GM V largo se ha visto altamente reducida.
Otra tendencia es la incorporación de tecnologías para el manejo de malezas, actualmente una de las principales limitantes para el manejo del cultivo. “Todas las empresas apuntan a que su mejor genética venga con el paquete tecnológico para aportar alternativas al control de malezas, ie. Enlist y STS”, explicó Enrico.
En Oliveros, en el marco de la RECSO, se llevaron adelante ensayos de siembra de primera y segunda, mientras que en Villa Amelia se coordinó otro sitio en suelos de textura más arcillosa y con una larga historia agrícola. En el primer caso se evaluaron variedades del grupo III corto al VI largo en siembras de primera y del III largo al V largo en siembras de segunda, según los ciclos de la zona.
El ciclo productivo comenzó con alertas de un evento Niña, que generaron un retraso en la siembra. “Venimos de tres campañas Niña y eso generó cautela. Aunque el pronóstico climático se iba actualizando mes a mes, esto no cambió mayormente los planes de siembra”, afirmó Enrico.
En Oliveros y sus alrededores, las siembras tempranas, entre fines de octubre y principios de noviembre, enfrentaron estrés hídrico y térmico entre fines de diciembre y casi todo el mes de enero, limitando el rendimiento a máximos que oscilaron entre 30-32 quintales por hectárea, independientemente del grupo de madurez.
En los casos en que no se utilizaron grupos de madurez más largos (V largo o VI corto, una práctica menos habitual), al retrasar la floración, escaparon parcialmente del estrés y sumaron 1-2 quintales por hectárea al rendimiento, pero las altas temperaturas y la baja humedad provocaron aborto de vainas con la consecuente aparición de tallo verde y retención foliar en muchos lotes.
Con más de cuatro décadas de trayectoria, la RECSO se consolidó como la principal red de ensayos de soja de América, donde en cada campaña se evalúa casi la totalidad de los cultivares comerciales del mercado argentino. pic.twitter.com/tnLInB6LId
— INTA Informa (@INTAInforma) July 4, 2025
En cambio, las siembras de mediados a fines de noviembre desplazaron el período crítico hacia fines de enero y principios de febrero, accediendo a más lluvias y expresando mejores rendimientos.
“Encontramos rendimientos que superaron los 50 quintales en siembras de fines de noviembre y principios de diciembre, incluso en lotes con reservas limitadas”, señaló Enrico. La soja de segunda también mostró un buen comportamiento, con picos de hasta 40 quintales por hectárea.
SOJA BAJO RIEGO
Si bien el 95 % de los ensayos de la RECSO se realiza en secano, en esta campaña se sumaron evaluaciones bajo riego en Río Negro y en el INTA Manfredi, ambas zonas reconocidas por su trayectoria en la aplicación de esta tecnología. Estos ensayos amplían la información disponible para productores y asesores que trabajan con esta tecnología que crece en distintos sistemas productivos.
“El riego tiene dos ventajas: reduce el ruido ambiental y ayuda a determinar si una variedad es mejor que otra y nos permite generar información específica para campos con riego en distintas regiones”, explicó Vissani.
En el INTA Manfredi se llevaron a cabo dos evaluaciones bajo riego y una en secano para analizar materiales en ambientes contrastantes. “Realizamos un ensayo en soja de primera, sembrada a fines de octubre, y otro en soja de segunda, sembrada el 21 de diciembre, más una soja de primera en secano para comparar las performances”, indicó Marcos Murgio, investigador del INTA Manfredi.
La campaña permitió analizar la interacción entre genotipo y ambiente. “Por las particularidades de esta campaña, se invirtió la jerarquía entre grupos de madurez en función de la condición hídrica. Bajo riego, rindieron más los grupos IV corto y largo. Pero en secano, con estrés hídrico y térmico a comienzos de febrero, los más afectados fueron los más cortos, mientras que los grupos más largos escaparon mejor al estrés”, explicó.
Estos ensayos permiten evaluar el rendimiento y la estabilidad de los cultivares. “Frecuentemente, los genotipos de buen comportamiento se expresan mejor en ambientes favorables y el desafío es ver cómo responden en ambientes restrictivos”, apuntó Murgio.
UNA HERRAMIENTA CLAVE PARA PRODUCTORES Y ASESORES
Bajo este panorama, cabe resaltar que los resultados de la red RECSO son un insumo esencial para productores y asesores al planificar la campaña de soja, ya que permiten analizar rendimientos y estabilidad de las variedades en distintas regiones con datos confiables.
“Todos los productores, asesores y empresas esperan el informe. La información que brindamos es neutral. Participan 14 empresas semilleras que ponen sus variedades a disposición para evaluarlas en nuestra red. Es una gran herramienta, con más de 15.000 datos parcelarios”, sostuvo Vissani.
Uno de los aspectos a destacar es la articulación público-privada. “Subrayamos el profesionalismo de los técnicos del INTA y la territorialidad del organismo. La red es auditada por estos profesionales que conocen cada región. Eso genera transparencia y objetividad, reconocidas por todo el sector”, afirmó Juan Erdmann, gerente de operaciones de la Asociación Semilleros Argentinos (ASA) e integrante del comité técnico de RECSO.
Murgio destacó la objetividad y utilidad de los datos. “RECSO ofrece fundamentos reales para elegir una variedad sin apoyarse en marketing, sino en performances comparadas entre materiales”, explicó.
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Además, resaltó que la red permite evaluar el comportamiento de las variedades en diferentes fechas y localidades, aportando datos para capturar la ganancia genética disponible. “Hoy, en la zona núcleo, esa tasa se sitúa en alrededor de 30 kilogramos por hectárea por año. Y RECSO ayuda a discernir cuáles variedades pegan un salto y en qué ambiente”, señaló.
“El valor de esta herramienta la ponen los usuarios: productores, asesores y semilleros. La presencia del INTA en la evaluación y en el manejo de los datos le da credibilidad a los resultados”, agregó Erdmann.
Y concluyó: “En toda América no existe otra red con tantos años ni con la cantidad de información que manejamos sobre germoplasma de soja. Esa es nuestra fortaleza”.
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