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Nació en el conurbano y trabajaba en una prepaga: decidió dedicarse al campo y hoy es un “agroinfluencer”

Fuente: Infocampo 18/11/2023 04:56:09 hs

Estanislao Montiel es el nuevo protagonista de la serie de podcasts Tierra de Historias. Cómo fue el paso de la vida urbana al interior del país, y por qué le pone tantas fichas a la comunicación del sector.

La de Estanislao Montiel no es la historia típica del hijo de productores que se termina dedicando al campo, sino que su camino en relación al sector fue completamente diferente.

Nació en el conurbano bonaerense y sus padres tenían trabajos “de ciudad”. Pero comenzó a tener amor por el agro cada vez que iba a casas de amigos que tenían establecimientos rurales, donde comían asados y andaban a caballo.

Tras salir del secundario, estudió Licenciatura en Administración de Empresas durante dos años y trabajó en una prepaga por casi seis, pero en el medio descubrió que quería estar al aire libre, en contacto con cultivos y animales, y no en una oficina.

Por eso se graduó de Técnico en Producción Agropecuaria y se fue a trabajar al campo, en Corrientes. A partir de allí, dio rienda suelta a su pasión: hoy sigue en la ruralidad, pero ahora desde una zona cercana a Tandil, y se convirtió además en un “agroinfluencer”.

Parte de su trayectoria, presente y sueños a futuro se pueden ver y escuchar a continuación, en un nuevo capítulo de la serie de podcasts Tierra de Historias, una producción integral de Profertil, conducida por Juan Ignacio Martínez Dodda.

-Te criaste en el conurbano, tu papá era director de una escuela y tu mamá trabajaba en la librería. ¿De dónde salió el campo en tu vida?
-La verdad que suena raro, porque no venía de una familia del campo. Trabajaba en una prepaga, pero con el paso del tiempo me di cuenta que no me gustaba estar encerrado en una oficina, y empecé a pensar alternativas sobre qué podía estudiar para estar en contacto con la naturaleza, al aire libre, que era lo que me gustaba y surgió la idea del campo, porque había ido alguna que otra vez a campos de amigos a pasar un fin de semana y me gustaba. Así que tomé la decisión y rumbeé para ese lado.

-¿Cuáles fueron tus miedos cuando salió ese primer trabajo en el campo? Porque encima no fue cerca de Buenos Aires, sino en Corrientes.
-Miedos tuve por todos lados. Primero porque no me salió cerca y entonces implicaba alejarme de mi familia, cuando soy muy familiero y unido a mis amigos. Pero además era en una provincia distinta, donde sabía que me iba a enfrentar a una cultura distinta, a una manera de trabajar que yo no conocía, más que no venía del ‘palo’ del campo. Era todo nuevo, entonces tenía miedo de todo de lo que te imagines. Pero a la vez, había estudiado para eso, y sabía que era lo que quería hacer. Con el apoyo de amigos y familia lo pude hacer, y hoy estos más que feliz.

-Llegaste como segundo encargado, y al poco tiempo el encargado se fue y quedaste a cargo de todo, sin quizás tener todavía todos los conocimientos. ¿Cómo fue eso?
-Siempre recuerdo las primeras recorridas con el administrador y con el asesor del campo, que hablaban de “la vaca cabeza o la vaca cuerpo” y yo por adentro me preguntaba: “¿De qué estarán hablando?”. Después me di cuenta que era algo básico, pero al no tener experiencia, estaba perdidísimo. Con el paso del tiempo, e involucrándome con la gente, me empecé a interiorizar en los temas que yo veía que me hacía falta puntualmente del manejo de ese campo. Y también lo digo siempre: bajando un poco la cabeza y con un poco de humildad. Me propuse complementar lo que yo sabía de lo que había estudiado, con lo que ellos sabían de la práctica y me sirvió un montón, a la vez que creo que a ellos también les aporté bastante.

-Al no venir del rubro agropecuario, ¿qué cosas te sorprendieron del trabajo rural?
-En el buen sentido, me choqué un poco contra la pared, porque obviamente no es lo mismo ir un fin de semana con amigos al campo a comer un asado a que estar de responsable de la producción. Una cosa era un asado en el que si quería salir a andar a caballo lo hacía, a partir de ahora me di cuenta que era un trabajo súper sacrificado, que demanda tiempo, trabajo, trabajo físico que no estaba acostumbrado, los horarios totalmente distintos. Cuando trabajaba en la prepaga entraba a las 10 de la mañana y en Corrientes a las 10 y media de la mañana ya estaba almorzando porque arrancamos a las 4.

-Pero finalmente dejaste el campo en Corrientes y ahora estás en la zona cercana a Tandil. ¿Qué te entusiasma del trabajo que hacés hoy?
-Me gusta absolutamente todo. Es un estilo de vida distinto y me gusta que sea un trabajo poco y nada rutinario, porque en el campo todos los días te surge un tema distinto, un problema distinto, que son problemas “lindos” por así decirlo, más cuando uno lo hace con pasión. Yo creo que en vez de tomarlo como un trabajo, se termina volviendo algo agradable. Me gusta el hecho de estar al aire libre y en contacto con los animales, y el desafío de manejar gente. Me motiva constantemente a seguir, a querer interiorizarme, a querer capacitarme, a querer entender qué es lo que le pasa al empleado.

-¿Cómo hacés esa capacitación?
-Cuando hay algo que me genera dudas, lo busco por Internet. Hoy sabiendo buscar, hay un montón de lugares en que te pueden dar una respuesta a lo que estás buscando. Yo creo que es una manera de capacitarme. Otra obviamente son capacitaciones ya más puntuales, de temas que elijo para formarme como profesional. Ahora estoy haciendo una capacitación virtual que se llama profesionalización ganadera. Pero he hecho capacitaciones presenciales de manejo de eléctrico o recorrida de pariciones, por ejemplo. Lo bueno es que tanto para mí como para los empleados, la capacitación es algo muy accesible.

-En este marco, ¿qué tecnologías de insumos o procesos son las que te atraen más en este momento?
-Hoy estoy muy enfocado en la ganadería, cada vez tiene más tecnología, pero aún le falta. Yo lo comparo con la agricultura y le pasa el trapo a la ganadería en cuanto a tecnología. Pero nosotros puntualmente estamos usando un montón de tecnología, desde lo que es una inseminación artificial al uso de alambrados eléctricos o de caravanas electrónicas que te permiten tomar datos mucho más profesionalmente y sin margen de error, además de reducir tiempos de trabajo y acompañar el bienestar animal que hoy es una demanda muy importante. A la vez, una caravana electrónica te permite cargarle toda la información que querés al animal y saber todo su historial.

-Por otro lado, has empezado a jugar un rol importante en la comunicación: por ejemplo, ya tenés casi 41.000 seguidores en Instagram. ¿Qué mostrás ahí que genera tanto interés, incluso de personas que no son del agro?
-Yo básicamente lo que muestro es el día a día en el campo, qué implica trabajar en el campo. Justamente viniendo desde Buenos Aires, comencé mostrándoles a mis amigos y a mi familia qué hacía en el campo y después empezó a tomar vuelo. Me gusta explicar los trabajos que se hacen en el campo y se termina generando un ida y vuelta entre la gente tanto del sector como quienes no pertenecen al mismo. Me llama la atención, por ejemplo, la cantidad de gente que me pregunta si es necesario tener campo para estudiar algo relacionado al campo y no, claramente no es así, porque a mí me pasó y no es así. Me gusta animar a los jóvenes a que estudien cosas que les gusten, no importa que tengan o no experiencia en el tema, no es un condicionante eso. Y otra cosa que me llama la atención es la gente que se sorprende en cómo es tan sacrificado el trabajo rural o que se labure un feriado. Y el campo demanda eso, mucho tiempo, pero se hace con bastante pasión

-¿Qué crees que pueden aportar los jóvenes de tu generación a cerrar un poco esa grieta que hay a veces entre campo y ciudad?
-Yo creo que los jóvenes de hoy, que tenemos más al alcance de la mano la tecnología, las redes sociales, todos deberíamos mostrar lo que es el campo. Dentro del sector hay poca comunicación, desde las organizaciones hasta una persona como yo o como cualquiera que trabaje en el rubro. Entonces me parece que está bueno, para cortar esa grieta, mostrar qué es el campo, porqué se necesita, y no esperar a que vengan a criticarnos o atacarnos para reaccionar; si no accionar antes de que pase eso.

-¿Qué te gustaría hacer cuando miras hacia al futuro?
-Mi sueño, en lo que es relacionado al campo, es esto que hablamos de la grieta, que deje de existir, para poder trabajar sin trabas. Yo no soy productor, no soy dueño de campo, pero siendo empleado siento los problemas, no me quiero imaginar los dueños. Como primer sueño eso. Más a futuro, creo que el día de mañana me gustaría mechar un poco de trabajar fijo en un campo y luego recorrer algunos establecimientos distintos, como para no cerrarme solo en un lugar y conocer distintas realidades, porque cada campo es una realidad distinta y me parece que está bueno adoptar conocimientos o manejos diferentes.

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