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El camino al éxito de dos CEOS del agro: “Hay que innovar todos los días”

Fuente: Infocampo 26/11/2025 11:16:47 hs

Ricardo Yapur fue clave en el desarrollo de Rizobacter, que desde Pergamino llegó a ser líder mundial en inoculantes para la soja. Hoy mantiene su espíritu pionero en Synertech, otra empresa de tecnología para el agro. Su historia, según la contó en Agro MGMT.

Uno se crió en Carmen de Areco. El otro en Arroyo Dulce. Ambos provienen del norte bonaerense, la zona más austral de la “Zona Núcleo” pampeana. Y ambos, también, lideraron por décadas empresas que marcaron un camino en el agro argentino.

Se trata de Gastón Ricardo y de Ricardo Yapur. El primero está al frente de Indecar, una de las compañías más innovadoras en el segmento de la maquinaria agrícola nacional. El otro, Yapur, fue el “alma mater” de Rizobacter desde sus inicios y hoy lidera Synertech.

Ambos fueron los protagonistas del panel “El desafío de ser CEO en un contexto inestable, cambiante”, de la última edición de Agro Management, evento realizado por Infocampo en La Rural de Buenos Aires, con el fin de debatir las claves para el presente y futuro del agro argentino.

“HAY QUE INNOVAR TODOS LOS DÍAS”

Tras la primera entrega con la historia de superación de Ricardo y cómo gestó Indecar, ahora es el turno de conocer el caso de Yapur, un verdadero pionero y que mantiene su alma emprendedora en lo que es tecnología de vanguardia aplicada al agro.

El camino al éxito de dos CEOS del agro: el heladero que se convirtió en fabricante de sembradoras

Proveniente de una familia de ascendencia siria, estudió en Arroyo Dulce, en Pergamino. Y siempre tuvo en claro que quería formarse como ingeniero agrónomo.

También habló de necesidades: “Eso te lleva a tener sueños y querer crecer”.

“Yo no fundé Rizobacter, fue el ingeniero Miguel Jarlan, pero yo comencé a trabajar con él y me inoculó esa idea. Sí soy el alma mater de esa idea, pero eso pasó gracias a que hubo dos socios que me bancaron las espaldas, en tal caso fui el que la hizo para afuera, comprando y vendiendo”, recordó.

“El ‘negocio de turcos’, como me gusta decir. Pero había un contador y un exgerente del Banco Provincia que atendieron todo lo que había que atender detrás de la empresa, y entonces yo nunca me preocupé. Esa ‘espalda con espalda’ entre los 3 fue fundamental”, planteó.

“Nunca soñé hacer una empresa que tuviera 900 empleados, tres sucursales en el mundo. Se complicó cuando los grupos CREA viajaban a Estados Unidos y veían que allá no se inoculaba, entonces hubo un proyecto muy importante de los CREA para que no se inocule”, recordó.

Rizobacter, entonces, salió del paso gracias a una combinación fructífera con el INTA: “Desarrollamos el programa ‘Inocular’, con el que se mostraron las respuestas positivas en los suelos. Con los años se llegó a inocular el 90% de la soja en el país, pero cuando se empezó todo, en 1977 se hacía para alfalfa”.

“Ese proceso duró 20 años, y la clave fue la internacionalización”, explicó.

“Cuando vos tenés en claro que querés llegar a un cierto lugar, tenés que innovar todos los días, porque la competencia ‘está ahí’. Y tener una buena inversión en investigación y desarrollo que te permita generar productos nuevos todos los días”, sostuvo.

Y cerró: “Estuve 44 años en Rizobacter. Llegó un momento en el cual la compañía se puso muy burocrática, y el hecho de estar en la Bolsa de New York hizo que haya que trabajar ‘por el trimestre’ y rendir cuentas para ello. Llegó un momento en el que dije ‘hasta acá llegué’”.

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