La batata de San Pedro apuesta a la digitalización para “desenterrar” una producción estancada

Desde la FAUBA y el INTA proponen iniciativas tecnológicas para potenciar la producción de batata, una hortaliza cuyo consumo interno no logra repuntar y que sufrió una fuerte caída exportadora en los últimos años.
El cultivo de batata tiene una larga tradición en la Argentina, principalmente en la zona rural de San Pedro, localidad ubicada en el norte de la provincia de Buenos Aires.
Esta hortaliza, conocida por su versatilidad y valor nutricional, enfrenta hoy un contexto desafiante: el consumo interno está estancado desde hace más de una década y las exportaciones, que ya eran reducidas, cayeron un 47% solo en 2022.
Frente a este panorama, un estudio reciente de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) en articulación con el INTA San Pedro propone herramientas digitales y mejoras en la coordinación para lograr una producción más sustentable, competitiva y trazable.
“La batata es un cultivo americano milenario. Argentina produce 150.000 toneladas al año, pero el consumo interno, que representa el 99% de la cosecha, no crece desde el 2012”, afirmó Juan Trípodi, autor del trabajo y reciente egresado de la carrera de Agronomía (FAUBA).
Apenas el 1% restante se exporta, aunque cada vez menos: “En 2022 esos envíos cayeron casi a la mitad, pasando de 2.976 a 1.600 toneladas. Estados Unidos lidera este mercado con 350.000 toneladas anuales y obtiene 200 dólares más por tonelada que nuestro país gracias al mayor valor agregado y trazabilidad”, aseguró Trípodi.
UNA ZONA CON POTENCIAL PARA LA BATATA
Junto con investigadores de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA San Pedro —localidad que concentra el 20% de la producción nacional— Trípodi identificó debilidades y oportunidades de la batata sampedrina.
En su trabajo de tesis, entrevistó a actores de toda la cadena, incluyendo a productores, acopiadores y encargados de comercializarla. En un trabajo publicado por el sitio Sobre la Tierra de la FAUBA, puso en discusión la actualidad y el futuro de la hortaliza.
“Los pequeños y medianos productores —el 81% de los cultivadores de San Pedro— enfrentan una desventaja estructural: carecen de lavaderos y cámaras de almacenamiento, lo que los obliga a vender ‘en chacra’, en bolsas de 50 kg a 6,50 dólares por bolsa, un 30% menos que el precio que obtienen los grandes acopiadores”, explicó Trípodi.
Por su parte, agregó que los consumidores demandan hortalizas de mayor calidad, con trazabilidad y menor impacto ambiental. “Sin embargo, muchos productores temen que cumplir con estos requisitos eleve sus costos y ponga en riesgo la viabilidad del negocio”, aseveró.
BATATA: DE LA TRADICIÓN AL FUTURO
Según Trípodi, para recuperar la competitividad, hay que modernizar el sector. “Sacar a la batata de la crisis implicará planificar, monitorear y gestionar la producción. Es decir, mejorar la trazabilidad. Y en este sentido, la tecnología va a jugar un papel central”, subrayó.
3️⃣La apuesta tecnológica
App para digitalizar datos -> variedades, áreas sembradas, cosechas
Trazabilidad desde insumos hasta venta final
Vincular buenas prácticas agrícolas con mercado
️”Mejorará transparencia en la cadena” (E. Dulce, #FAUBA) pic.twitter.com/GE6zRqy9F9— Sobre La Tierra | Fac. Agronomía (UBA) (@SLT_Divulgacion) May 5, 2025
En tanto, Evangelina Dulce, docente de Agronegocios (FAUBA) y directora de Trípodi, señaló, por su parte, la importancia de las iniciativas actualmente en marcha desde la Facultad.
“Estamos trabajando en articulación con el INTA para mapear y digitalizar todo el circuito de la batata de San Pedro, desde la provisión de insumos hasta el consumo final”, expresó.
En ese sentido, están desarrollando una aplicación para reunir información: “Utilizando su celular, los productores podrán informar en tiempo real las variedades utilizadas, el área sembrada, el volumen cosechado y los acopios utilizados, siempre en el marco de las Buenas Prácticas Agrícolas”.
Dulce confirmó también que los acopiadores podrán cargar información acerca de los volúmenes que reciben, su origen y cuál será el destino de la producción.
“Creemos que este proceso mejorará la trazabilidad y la transparencia de toda la cadena de producción”, indicó.
“La Argentina tiene potencial para abastecer el mercado local y el de países vecinos como Chile, Uruguay y Paraguay. La innovación y la articulación de todo el sector será clave para que crezca y reafirme el lugar de la batata sampedrina en el mercado global”, concluyó.
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